Edición Médica

El dengue no tiene un tratamiento específico por eso es crucial evitar la automedicación.

Redacción. Bogotá
Arauca enfrenta una emergencia sanitaria tras el reporte de 781 casos de dengue desde enero hasta la fecha, según ha informado la Unidad Administrativa Especial de Salud de Arauca (UAESA). De ese modo, la presencia del mosquito Aedes aegypti, principal vector del dengue ha generado una preocupación significativa en salud pública.
   
Al respecto, Ángela Gómez, magíster en Salud Pública y profesora del programa de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Orinoquia, ha enfatizado la importancia de eliminar los criaderos de mosquitos en los hogares y sensibilizar a la comunidad sobre prácticas preventivas como el uso de cloro en agua acumulada e instalar toldillos para dormir.
 
Por su parte, el epidemiólogo Fernando Pío de la Hoz Restrepo, profesor de la Facultad de Medicina de la UNAL y exdirector del Instituto Nacional de Salud (INS), ha resaltado que “la transmisión del dengue está directamente relacionada con las condiciones sociales y ambientales”. La acumulación de residuos y agua en recipientes abiertos, sumada a la falta de planificación urbana, crea criaderos ideales para los mosquitos transmisores.
 
Hay que tomar en cuenta que, las condiciones climáticas como altas temperaturas y humedad, junto con temporadas de lluvia, han facilitado la reproducción del Aedes aegypti. Según ha precisado De la Hoz, los brotes pueden persistir si no se toman medidas sostenidas, tanto de fumigación como de control del vector.
 
La gravedad de la situación se ha ejemplificado con la muerte de un estudiante de séptimo grado del Colegio Agustín Nieto Caballero en Tame, reportada por la Asociación de Educadores del Arauca (Asedar). Este trágico incidente subraya la urgente necesidad de acciones efectivas para controlar la propagación del virus. Asedar ha solicitado una intervención inmediata de las autoridades territoriales.
 
Expertos de la UNAL han enfatizado que la fumigación debe ser constante y complementada con la destrucción de criaderos, ya que esta solo extermina a los mosquitos adultos, pero no afecta a las larvas. Se recomienda el uso de peces que se alimenten de las larvas y la educación constante en los hogares. De ese modo, Gómez ha insistido en que “las autoridades deben identificar las zonas con mayor transmisión de dengue y focalizar las medidas de control”.
 
El dengue afecta especialmente a niños y jóvenes, mientras que las personas mayores de 25 años en regiones endémicas desarrollan cierta inmunidad tras haber contraído los cuatro serotipos del virus. Las mujeres embarazadas menores de 25 años también son particularmente vulnerables.
 
Aunque las vacunas ofrecen una esperanza a largo plazo, su disponibilidad es limitada. De la Hoz ha recalcado que “existen vacunas en desarrollo y algunas autorizadas por la OMS, pero aún no están disponibles masivamente en Latinoamérica. Esperamos contar con más vacunas en uno o dos años”.
 
Por último, De la Hoz ha advertido sobre la importancia de no confundir el dengue con otras enfermedades de síntomas similares que requieren tratamientos diferentes. Los hospitales deben estar preparados para realizar diagnósticos diferenciales y manejar adecuadamente los casos.

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