Edición Médica

Carlos Segundo Oliveros Peralta, integrante de la Junta Directiva de la Asociación Médica de Antioquia.

Redacción. Bogotá
El Hospital Alma Mater (HAMA) de la Universidad de Antioquia (UdeA), uno de los principales centros de atención en la región, enfrenta una grave crisis institucional que ha comenzado a afectar directamente a sus pacientes y personal de salud, según ha dado a conocer nuevamente la Asociación Médica Sindical Colombiana – Seccional Antioquia (Asmedas).


 
Recientemente, Carlos Segundo Oliveros Peralta, médico del hospital e integrante de la Junta Directiva de la Asociación Médica de Antioquia aseveró que el centro médico ha comenzado a restringir el ingreso de pacientes a causa de problemas financieros que han venido agravándose.
 
Oliveros ha explicado que el hospital, que depende principalmente de la hospitalización para su funcionamiento, se ha visto obligado a vaciar camas debido a la ruptura de su contrato con Audifarma, proveedor de medicamentos e insumos. Desde el 27 de septiembre, las cifras de camas vacías han ido en aumento: 104 el viernes, 126 el sábado, 136 el domingo, y el lunes 148. Esta situación, según el médico, es insostenible para un hospital que ya enfrenta una crisis económica severa.
 
De igual forma, Asmedas asegura que la administración del hospital, dirigida por jóvenes economistas, ha implementado estrategias económicas que han empeorado la situación. Oliveros subraya que "la crisis estructural del sistema de salud" ha sido mal gestionada, y los recortes y despidos están afectando tanto a los trabajadores como a los pacientes. Además, responsabilizó a la administración por no tomar medidas preventivas frente a la ruptura de contratos clave, lo que ha dejado al hospital en una situación crítica.
 
La crisis en el Alma Máter no es una novedad. Desde Asmedas han hecho múltiples llamados a los órganos de control, al Ministerio de Salud y al Ministerio de Educación, alertando sobre la situación y la necesidad de intervención urgente. A pesar de que el 98 por ciento del hospital pertenece a la Universidad de Antioquia, Oliveros ha criticado que la administración continúe operándolo como si fuera una entidad privada, lo que, según él, ha facilitado la gestión ineficaz y la toma de decisiones financieras cuestionables.
 
No obstante, uno de los aspectos más preocupantes que destaca la crisis hospitalaria es el acuerdo de pago que tiene con la EPS Savia Salud, en el que se estipula el pago de 700 millones de pesos mensuales por una deuda que asciende a 62 mil millones de pesos, una cantidad que, según ha recalcado Oliveros, "la EPS no podrá pagar antes de su desaparición”.
 
Es de recordar que, Savia Salud es la EPS con más afiliados en Antioquia y también ha sido objeto de atención desde 2016 debido a problemas financieros, lo que llevó a la Superintendencia de Salud a implementar una vigilancia especial tres años después de su creación.
 
En 2023, tras una medida cautelar, Supersalud anunció su intervención forzosa por incumplimientos en la cobertura y gestión de riesgos de salud. También se identificaron deficiencias en programas de inmunización, detección de cáncer, alteraciones durante el embarazo y se recibieron múltiples quejas y tutelas de pacientes por fallas en la atención médica.
 
Por último, Asmedas ha hecho un nuevo llamado a las autoridades y a la comunidad universitaria para que se involucren y tomen medidas urgentes para salvar el hospital, considerado un pilar fundamental en la atención médica de la región.

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