Edición Médica

Carlos Castañeda-Orjuela, director del Observatorio Nacional de Salud del INS.

Redacción. Bogotá
En reciente un estudio publicado por investigadores liderados por la Universidad de Oxford, ha revelado que, en América Latina 569 mil muertes pudieron relacionarse con la resistencia antimicrobiana, y de estas 141 mil fueron atribuibles a este fenómeno, es decir el 11.1 por ciento de todas las muertes atribuibles a RAM ocurrieron en la región de las Américas.
 
El estudio más completo que se haya realizado hasta la fecha, y en el que participó el Observatorio Nacional de Salud del Instituto Nacional de Salud (INS), ha estimado que, si bien Colombia está dentro de los países con más bajas tasas de mortalidad asociada a RAM, no se debe bajar la guardia.
 
Para los expertos del INS, la resistencia a los antibióticos es uno de los grandes problemas de salud pública y de aparición reciente que proyecta ser una de las mayores amenazas para la humanidad. Además, en Colombia en el 2019 se presentaron 4.700 muertes atribuibles a la resistencia a los antibióticos, 18.200 estuvieron relacionadas.
 
De ese modo, el INS ha hecho hincapié en que, el total de muertes (totalmente evitables), obedecieron a la resistencia que un agente infeccioso, sea bacteria, virus u hongo, generó al tratamiento que usualmente se utiliza para combatir y tratar este tipo de infecciones, lo que origina no solo la dificultad en el tratamiento, sino mayor severidad de las infecciones que lleva a la muerte, en los casos reportados. Muertes que en ausencia de enfermedad no se hubiesen presentado.
 
Adicional a ello, el informe ha concluido que 2 de cada 5 muertes por infecciones en el 2019 en la región de las Américas estuvieron relacionadas con RAM. Es decir que un total de 141 mil personas murieron porque sus infecciones resistentes no eran tratables y en estos casos, se considera que la resistencia a un antibiótico fue la causa de la muerte.
 
Por su parte, Giovanny Rubiano García, director general del INS, ha explicado que las cifras del estudio son un llamado a tomadores de decisión y a la comunidad para “revisar la forma cómo se usan y se venden los antibióticos en nuestro país y en la región en general”.
 
“El hecho de facilitar la venta sin la debida fórmula médica o las debilidades en formación sobre su uso en quienes dispensan estos medicamentos e incluso en el personal sanitario que los recetan, hace más probable que las personas usen o se auto formulen antibióticos que no requieran y esto aumenta el riesgo en el mediano plazo de generar resistencia antimicrobiana”, ha remarcado Rubiano.
 
De igual forma, el director ha enfatizado que, la resistencia antimicrobiana es un problema de salud pública, “no podemos quedarnos sin combatir esta amenaza para Colombia, la región y el mundo. Desde el INS se trabaja en el desarrollo y fortalecimiento de las capacidades diagnósticas y en generar conciencia sobre las implicaciones de la RAM".
 
Por su parte, Carlos Castañeda-Orjuela, director del Observatorio Nacional de Salud del INS, quien ha participado como coinvestigador en el grupo de expertos por Colombia destaca que, aunque para el país se tuvo en cuenta la información disponible desde la vigilancia epidemiológica y por laboratorio para este análisis, no se puede bajar la guardia sobre el problema de la RAM.
 
A pesar de las menores tasas estimadas de muertes asociadas y atribuibles a la RAM, en comparación con los demás países de la región, y de tener un plan de acción nacional para combatirlas, esta es la cuarta causa de muerte en el país (solo superada por las enfermedades cardiovasculares, cáncer y violencia/suicidio) y tiene expectativas de crecimiento en el mediano plazo, en un contexto del uso indiscriminado de antibióticos por la población general y los propios trabajadores de la Salud.
 
Si bien el estudio se ha enfocado en el año 2019, toma datos de los últimos 30 años, es decir desde 1.990. Además, abordó 28 patógenos bacterianos y 88 combinaciones patógeno-antibiótico. De tal forma que, las infecciones relacionadas con RAM que más muertes ocasionaron fueron las respiratorias de tipo bacteriano (293 mil muertes), las del torrente sanguíneo (266 mil muertes), las intraabdominales (181 mil muertes) y las del tracto urinario (80 mil muertes).
   
Los seis patógenos más mortales han sido: Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Streptococcus pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter baumannii. Estos patógenos fueron los responsables de 45 mil muertes asociadas a RAM.
 
El INS ha indicado que, para combatir la resistencia antimicrobiana, los países deben contar con un Plan Nacional de Acción para combatir la RAM (NAP, por sus siglas en inglés) para alcanzar los cinco objetivos del Plan de Acción Global sobre resistencia antimicrobiana publicado por la OMS.
 
La entidad ha destacado que Chile, Colombia, Costa Rica y Estados Unidos son los cuatro países del continente que han publicado su plan y financiado su implementación al menos un año desde 2018 y esto coincide con que tengan las tasas más bajas.
 
El dato
 
Cabe mencionar que, los cinco países de la región con las tasas de mortalidad más altas asociadas a RAM fueron Haití, Bolivia, Guatemala, Guyana y Honduras. Los países con las más bajas tasas fueron Canadá, Estados Unidos, Colombia, Cuba, Panamá, Costa Rica, Chile, Venezuela, Uruguay y Jamaica.
 
La población más vulnerable a la resistencia a los antibióticos son los mayores de 65 años, en donde se observan las tasas de mortalidad más altas atribuidas a la RAM. Patrón similar en todos los países.

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