Edición Médica

Lorena Mancilla López, docente de la Escuela de Nutrición y Dietética de la UdeA y autora del estudio.

Karen Juliete Rojas. Bogotá 
La Universidad de Antioquia y la Gobernación departamental han dado a conocer los preocupantes resultados que arroja el estudio denominado “Perfil alimentario y nutricional de los menores de 18 años en Antioquia 2023″, desarrollado por investigadores de la Escuela de Nutrición y Dietética de la universidad.
 
El estudio ha comprendido la visita de hogares de 5.833 niños, niñas y adolescentes. En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Lorena Mancilla López, docente de la Escuela de Nutrición y Dietética de la UdeA e investigadora de este estudio, ha manifestado que el 72 por ciento de los hogares visitados en las nueve subregiones del departamento presentan inseguridad alimentaria.
 
En Colombia, la seguridad alimentaria se presenta cuando alguien carece de acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para un crecimiento y desarrollo normales, según ha resaltado la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
 
Mancilla ha explicado que se aplicó una metodología que consiste en la escala de seguridad alimentaria nutricional. “Se trata de un instrumento validado para Latinoamérica, del cual se deriva el resultado de los hogares que fueron clasificados como seguros o inseguros. A su vez, si esa inseguridad es leve, moderada o severa, dependiendo de los hogares, así como el tipo de estrategia de afrontamiento para esas situaciones”.
 
Asimismo, la investigadora ha indicado que “7 de cada 10 hogares se encuentran clasificados en inseguridad alimentaria, esto no quiere decir que todos estén pasando hambre, necesariamente, se podría decir que más o menos una tercera que es 70 por ciento, tienen preocupación por la incertidumbre y no tener de manera continua permanente los alimentos”.
 
Mancilla también ha identificado que “la inseguridad alimentaria puede ser normalmente mayor en los hogares con jefatura femenina, pero aquí hay que tener mucho cuidado en cómo se presenta eso, porque esto quiere decir que las inequidades de género están transversalizando este asunto de la seguridad alimentaria, debido a que son mujeres que por las inequidades de género acceden a menos oportunidades para educarse, tener trabajos mejor remunerados y dignos”.
 
Adicional a ello, la investigadora ha evidenciado que incluso “hay un problema en los menores de cinco años, ya que, un 11 por ciento presenta retraso en talla, aunque en mayor porcentaje 7 de cada 10 están en una talla adecuada para la edad, esto se debe a que de pronto la investigación arrojó algún tipo de variable por la que se puede identificar este este retraso en la talla en esta en este tipo en esta población”.
 
Mancilla ha hecho énfasis en que “los menores no tienen un tiempo excesivo frente a pantallas y dispositivos electrónicos, de más de dos horas al día, que se considera un tiempo descomunal, entonces esto está incidiendo en los resultados”.
 
Por último, el estudio ha argumentado que la crisis social y económica derivada de la pandemia redujo la adquisición de carne de los hogares en un 51,4 por ciento; de leche, en un 39,1 por ciento; de frutas, en un 38,3 por ciento; de productos lácteos, en un 37,8 por ciento; y de verduras, en un 34,1 por ciento.
 
El dato
 
El estudio ha empleado una muestra de 5833 niñas, niños y adolescentes, revelando que el 14.4 por ciento de los menores de 5 años está en riesgo de sobrepeso. centrándose en temas como el sedentarismo y la exposición a la publicidad de alimentos ultra procesados.

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