Edición Médica

Más de 3000 millones de personas en todo el mundo dependen de agua que atraviesa las fronteras nacionales.

Redacción. Bogotá
Este 22 de marzo se conmemora el Día mundial del agua, cuyo lema "Agua para la paz" se ha enfocado en la cooperación en materia de agua; crear un efecto en cascada positivo, promoviendo la armonía, generando prosperidad y fomentando la resiliencia frente a los desafíos comunes.
 
Desde la ONU, se ha remarcado que, el agua no es solo un recurso que se aprovecha y por el que se compite: es un derecho humano, intrínseco a todos los aspectos de la vida. De ese modo, con motivo del Día Mundial del Agua, se ha hecho hincapié en utilizar los recursos hídricos en favor de la paz, sentando las bases para un futuro más estable y próspero.
 
Cabe recalcar que, más de 3000 millones de personas en todo el mundo dependen de agua que atraviesa las fronteras nacionales, no obstante, solo 24 países tienen acuerdos de cooperación para todos los recursos hídricos que comparten.
 
De igual forma, se ha resaltado que, mientras aumentan los impactos del cambio climático y crece la población, existe la necesidad apremiante, dentro de los países y entre ellos, de unirse para proteger y conservar un recurso muy preciado. La Salud pública y la prosperidad, los sistemas alimentarios y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental dependen del buen funcionamiento y la gestión equitativa del ciclo del agua.
 
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha enfatizado que, la colaboración es esencial para capitalizar el potencial del agua como un medio para fomentar la paz y la seguridad. A nivel local y nacional, los diversos usuarios del agua, especialmente los servicios públicos de agua y saneamiento, la energía, la agricultura y la industria, deben cooperar mediante un enfoque integrado de gestión de los recursos hídricos.
 
Asimismo, el sector de la salud puede ampliar su integración de orientaciones basadas en agua, saneamiento e higiene. A nivel internacional, los países deben establecer acuerdos e instituciones para la gestión pacífica de los recursos hídricos transfronterizos, lo que incluye adherirse a convenciones como la Convención de las Naciones Unidas sobre Aguas y Cursos de Agua.
 
La cooperación no solo allana el camino hacia la paz, sino que también impulsa el avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al priorizar la cooperación y la gestión sostenible de los recursos hídricos, el mundo puede transformar el agua de una potencial fuente de conflicto a un catalizador para la paz, la estabilidad y la prosperidad, incluso en medio de desafíos como el cambio climático, la migración masiva y la inestabilidad política.
 
El dato
 
La Organización de las Naciones Unidas ha publicado un informe  sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo, en el que ha evidenciado cómo el agua puede realmente sustentar la prosperidad y servir como instrumento de paz. El informe señala que los ríos, afluentes, lagos y acuíferos no conocen fronteras. Por esta razón, a lo largo de los años, la gestión del agua ha sido más a menudo una fuente de cooperación que de confrontación.

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