La endometriosis, una enfermedad silenciosa que afecta a 1 de cada 10 mujeres en el mundo
Se calcula que en la actualidad existe un aproximado de 150 millones de casos en todo el mundo
Germán Ruíz, ginecólogo de la Clínica del Occidente.
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Karen Juliete Rojas Gaitán. Bogotá
El Día Mundial de la Endometriosis se celebra el 14 de marzo de cada año con el objetivo de
dar a conocer este padecimiento que afecta a un porcentaje de la población femenina a nivel mundial y que altera la calidad de vida de las personas que la padecen.
La endometriosis
provoca daños en el aparato reproductor femenino, donde suele aparecer un crecimiento benigno del tejido endometrial, que ocasiona la aparición de quistes y otras malformaciones en los ovarios y que en algunos casos puede dejar a la mujer infértil. Igualmente, causa dolor, a veces grave, especialmente durante los períodos menstruales.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA,
Germán Ruíz, ginecólogo de la Clínica del Occidente, ha explicado que esta enfermedad “
se caracteriza por el crecimiento fuera del útero de un tejido similar al que está dentro del útero que se llama endometrio y se puede definir como la localización ectópica de tejido endouterino en cualquier lugar del organismo”.
“La endometriosis
puede manifestarse de cualquier manera, leve, moderada y severa. La leve puede pasar simplemente por dolores o cólicos que coinciden con la menstruación esos dolores pueden estar localizados generalmente en la región abdominal. La moderada se puede asociar a dolor pélvico continuo y a infertilidad, así como dolor durante las relaciones sexuales. La severa puede comprometer la cavidad pélvica, trompas, útero, y puede causar la pérdida de la fertilidad y la formación de tumores benignos”, ha explicado el especialista.
Cabe mencionar que, la endometriosis es una patología crónica, que afecta a 1 de cada 10 mujeres. Se calcula que en la actualidad
existe un aproximado de 150 millones de casos en todo el mundo, donde el síntoma más recurrente es un dolor muy fuerte.
Los órganos que pueden verse afectados por este mal son los ovarios y las trompas, pero hay pacientes que pueden tener comprometidas áreas como los intestinos, la vejiga y hasta los pulmones
. También se ha caracterizado por ser una “enfermedad silenciosa” porque pasa mucho tiempo antes que la mujer empiece a manifestar los primeros síntomas.
Es de destacar que
esta enfermedad benigna no tiene cura, sin embargo, puede ser tratada con el uso de algunos fármacos como antiinflamatorios, analgésicos y hormonas. Cuando presenta complicaciones mayores como adherencias, quistes y retracciones, lo más recomendable es la intervención quirúrgica.
Además, dependiendo del daño presente en la región genital, puede ser causa de infertilidad o una menopausia temprana. Por esta razón
se recomienda alargar esta alternativa lo más posible y así preservar los deseos de maternidad a que tiene derecho la mujer.
“
Lo importante para diagnosticar la endometriosis es la sintomatología. Pacientes con dolores que coinciden con la menstruación. El diagnóstico se realizar por medio de un procedimiento que se llama laparoscopia diagnóstica, que consiste en introducir una cámara por el ombligo y en un monitor ver la localización de lesiones puntiformes, generalmente rojas o blancas en la superficie de otros órganos pélvicos y abdominales”, ha asegurado Ruíz.
El especialista ha enfatizado que “
se puede tratar médicamente mediante hormonas que inhiben su crecimiento y quirúrgicamente, realizando por medios láser o electrocirugía fulguración de los focos de endometriosis”.
“Cuando no se trata puede evolucionar a un cuadro que se denomina
endometriosis severa, que se caracteriza por la formación de unas masas gigantes en los ovarios y en la parte pélvica, ocasionando pérdida de la fertilidad”, ha concluido Ruíz.
El dato
La endometriosis
puede resultar una enfermedad limitante en la mujer que incluso afecte su autoestima. A veces, puede ser hereditaria, se pasa de madres a hijas. Probablemente comienza cuando una mujer empieza a tener períodos, sin embargo, generalmente no se diagnóstica sino hasta los 25 a 35 años.