La falta de tratamiento oportuno de enfermedades que causan dolores neuropáticos, contribuiría a su cronificación
Diabetes, culebrilla y COVID-19, enfermedades que causan dolores neuropáticos pueden afectar la movilidad del paciente y generan discapacidad
Luisa Fernanda Gutiérrez, especialista en medicina física y rehabilitación.
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Karen Juliete Rojas Gaitán. Bogotá
El dolor neuropático es un
trastorno neurológico en el que las personas experimentan un dolor crónico intenso debido a que un nervio está dañado. Aparece por la presencia de una lesión o enfermedad del sistema nervioso periférico o central.
La neuropatía puede existir sin dolor, del mismo modo que el dolor
puede existir sin evidencia de lesión del nervio. El dolor neuropático, por lo tanto, puede ser definido como una sensación o experiencia emocional desagradable asociada con la disfunción o lesión del sistema nervioso.
En algunas ocasiones quienes padecen ese tipo de dolores presentan corrientazos, ardor, calambres, dolor desproporcionado y una extrema sensibilidad ante estímulos mínimos como el roce de la ropa o el tacto. La enfermedad neuropática afecta al sistema nervioso central y cuya
falta de tratamiento puede afectar de manera permanente la calidad de vida de quien lo padece.
Con frecuencia, estas molestias
se manifiestan en un área no mayor a una hoja de papel tamaño carta, lo que se conoce como dolor neuropático localizado y de acuerdo con expertos, pacientes con distintas patologías son más propensos a experimentar este tipo de dolencias.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA,
Luisa Fernanda Gutiérrez, especialista en medicina física y rehabilitación, ha explicado que “
mayoría de consultas asociadas a dolor neuropático localizado que atiende,
son de personas que padecen enfermedades metabólicas como diabetes, que tuvieron infecciones como el herpes zoster (conocido popularmente como culebrilla) o que se sometieron a intervenciones quirúrgicas como amputaciones, mastectomías, entre otras”.
“El aumento del azúcar en la sangre en un paciente diabético, los cortes producto de una cirugía o las lesiones en la piel ocasionadas por este tipo de herpes,
provocan daños en nervios que posteriormente pueden afectar a otros más grandes y generar dolor”, ha agregado la especialista.
Asimismo, Gutiérrez ha explicado que, “hay otras que no necesariamente están ligadas a enfermedades específicas y se relacionan a prácticas más cotidianas. La realización de actividades manuales repetitivas o el cambio en las dinámicas laborales que
incrementaron el uso del celular y los computadores durante largas jornadas, muchas veces sin realizar pausas activas, pueden comprimir el nervio mediano (que atraviesa palma y muñeca) y generar adormecimiento, calambres en los dedos o el síndrome del túnel del carpo, lo que a futuro produce estos dolores localizados”.
Es de destacar que, la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor (ACED) ha revelado que
cerca del 40 por ciento de quienes sufren de dolor neuropático describieron la sensación de un “fuerte corrientazo”, el 28 por ciento la asoció a ardor o un tipo de quemazón, mientras que el 22 por ciento dijo que el dolor se intensifica cuando la piel roza con la tela o con la mano.
En cuanto a los tratamientos, en Colombia están disponibles bajo indicación médica,
parches transdérmicos de lidocaína al 5 por ciento que son útiles para aliviar dolores neuropáticos generados por diabetes, molestias osteoarticulares, infecciones como la culebrilla, dolores postquirúrgicos, entre otros.
Por otro lado,
en el país no se tienen cifras acerca de cuántas personas sufren de dolor neuropático, expertos de La Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT) de la cual la nación es miembro, se estiman que 13 millones de personas en Latinoamérica lo padecen y entre ellos, el 60 por ciento lo experimenta de manera localizada.
Con respecto a la COVID-19 “ha llevado a que muchas personas, que están afectadas de moda moderada o severa tengan complicaciones a nivel neurológico, tanto del sistema periférico, el sistema nervioso central,
que puede producir alteraciones de los nervios más pequeños, que son los que van a llevar el dolor neuropático. Hemos tenido más pacientes con dolores de origen neuropático durante la pandemia, porque están generando más complicaciones al nivel del sistema nervioso de la persona”, ha concluido Gutiérrez.
El dato
El dolor neuropático afecta significativamente la calidad de vida de quien lo padece, ya que
genera problemas para dormir, irritabilidad y dificultad de movimiento de las zonas afectadas, lo cual muchas veces lo hace incapacitante.