Edición Médica

Aproximadamente se registran cerca de 248.595 personas infectadas con el parásito.

Redacción. Bogotá
Cada 14 de abril se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad de Chagas, mientras que en Colombia esta fecha se celebra el 17 de abril. En este contexto, el Instituto Departamental de Salud de Norte de Santander, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud, desea destacar la importancia de esta patología.
 
De acuerdo con el Ministerio de Salud, aproximadamente se registran cerca de 248.595 personas infectadas con el parásito que produce la enfermedad. Durante el periodo 2018-2022 en Colombia, 30.166 personas consultaron por problemas de corazón debido al Chagas.
 
La enfermedad de Chagas es una afección infecciosa ocasionada por el parásito protozoario Trypanosoma Cruzi, presente en las heces de insectos conocidos como triatominos, o coloquialmente, 'pitos'. Estos vectores se alimentan de animales y seres humanos, depositando el parásito cerca de la picadura y transmitiendo así el Chagas.
 
Cabe mencionar que, los organismos internacionales de Salud han remarcado que, un diagnóstico tardío o erróneo, junto con un tratamiento inadecuado, puede convertir esta infección en una condición potencialmente mortal.
 
Los triatominos, habitantes habituales de grietas en estructuras como paredes y tejados de casas, así como de áreas circundantes como gallineros y corrales, realizan sus actividades principalmente durante la noche. Pican en zonas expuestas de la piel, como la cara, y depositan heces u orina cerca de la picadura. Los parásitos ingresan al organismo cuando la persona afectada entra en contacto con las heces o la orina al frotarse la piel.
 
Además de las picaduras, la enfermedad de Chagas puede transmitirse mediante:
   
Debido al gran número de animales silvestres que actúan como reservorios del parásito, la erradicación de la infección no es posible. Sin embargo, los objetivos de salud pública se han centrado en la interrupción de la transmisión a humanos, el acceso oportuno a la atención médica y el seguimiento continuo de las personas infectadas.
 
Es fundamental destacar que no existe una vacuna preventiva contra esta enfermedad. El control de los vectores ha demostrado ser el método más efectivo de prevención en Colombia y toda América Latina. Además, el tamizaje sanguíneo es esencial para evitar la transmisión a través de transfusiones, trasplantes de órganos y la transmisión congénita, así como para identificar y atender a la población afectada a nivel mundial.

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