Edición Médica

Edgar León Lozano, psicólogo experto en problemas asociados a conducta adictiva.

Karen Juliete Rojas Gaitán. Bogotá
La nomofobia o como se conoce en inglés “no-mobile-phone-phobia” es un miedo irracional causado por no tener el celular cerca y a diferencia de la dependencia, esta adicción puede llegar a afectar la personalidad y autoestima del individuo, incluso a generar problemas de ansiedad, depresión, estrés y fobia a la sociedad.
 
Esta adicción al celular ha sido considerada como la enfermedad del siglo XXI, que ha ido aumentado debido a la pandemia. El permanecer activos en las redes sociales está causando que las personas duren más horas de las necesarias en el celular y no hay un control en el manejo de estos dispositivos.
 
Es importante resaltar que cualquier persona puede presentar nomofobia; sin embargo, los padres son los que deben estar más atentos a este problema, pues los niños y adolescentes son altamente susceptibles a desarrollar una adicción al celular, ya que se encuentran pasando por un momento de maduración y estímulos como videojuegos y redes sociales que pueden generar una grave dependencia a los móviles. 
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, Edgar León Lozano, psicólogo experto en problemas asociados a conducta adictiva, ha explicado que “las personas que padecen esa condición ponen como prioridad a su estar con el celular todo el tiempo, habiendo otro tipo de prioridades, además tienden a convertirse en entes o aislarse y cada persona está concentrada en su mundo del celular. No hay forma de entrar solamente quitándole el celular”.
 
“Dentro de las señales de alarma se encuentran, por ejemplo: sentir inseguridad cuando no se tiene el celular cerca; priorizar el uso del celular, sin darle importancia al estudio, trabajo, amigos o tiempo en familia, aislarse de las personas que lo rodean por estar en el celular”, ha indicado León Lozano.
 
Asimismo, el especialista ha puntualizado que, “mirar la pantalla del celular constantemente cuando no se está esperando un mensaje o una llamada; sentir ansiedad cuando se encuentra en un lugar que no puede utilizar el celular y llevar el celular a lugares como el baño o reuniones donde no se puede utilizar”, son algunos síntomas recurrentes, sobre todo durante la pandemia.
 
Cabe mencionar que, el uso de celular no solo causa problemas de conducta, sino que también trastoca el aspecto físico con consecuencias como dolores de cabeza, estómago y problemas de visión causados por estar hasta altas horas de la noche expuestos a la pantalla del celular, además de malos hábitos alimenticios y de sueño.
 
“Estamos preocupados porque estamos muy expuestos a esa situación, pero lo que más nos angustia es que se está presentando en niños. Estamos alertas los especialistas en salud, los médicos, ya que se está dando una correlación de la nomofobia en los menores, que genera agresividad o se quedan quietos, igualmente su creatividad se sigue viendo afectada y los problemas de lenguaje son evidentes”, ha manifestado León Lozano.
 
Incluso el especialista ha indicado que, “en los niños causa problemas físicos como la obesidad, ya que se desestimula el ejercicio físico, por lo que se convierten en personas sedentarias. Como ya se está convirtiendo en una patología clínica y se están definiendo síntomas”.
 
La recomendación fundamental en las familias es reconocer estos síntomas y conocer las consecuencias que puede generar en las personas y, en especial, en los niños; hasta donde sea posible inducir a la persona o a uno mismo técnicas o estrategias para evitar el uso continuo e innecesario del dispositivo móvil, según ha resaltado León Lozano.
 
Aunque ha sido algo muy reciente, en el país todavía no existen centros para internar a los jóvenes que se aíslan por el uso de pantallas ni grupos de apoyo definidos como sí los hay en países con un alto desarrollo tecnológico como Japón, Corea o Estados Unidos.
 
“En caso de presentar alguno de esos síntomas lo ideal es buscar ayuda con un psicólogo, debido a que existen estrategias psicológicas para poder superar esas fobias. La pandemia lo que hizo fue aumentar esa patología, porque nos forzó a hacer uso permanente de dispositivos electrónicos”, ha concluido León Lozano.

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