HERRAMIENTA CLAVE
Nueva guía de la UNAL para prevenir el síndrome de desacondicionamiento físico en pacientes hospitalizados
El objetivo de esta guía es formar a los profesionales de la salud en la toma de decisiones sobre el ejercicio físico y mejorar la calidad de vida
Aunque la guía es un insumo para los profesionales, también plantea beneficios directos para los pacientes.
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Redacción. Bogotá
La pérdida de fuerza y masa muscular, producto de la
inmovilidad prolongada, afecta gravemente a los pacientes hospitalizados. En solo 72 horas de inactividad, el cuerpo comienza a “olvidar” cómo funcionar adecuadamente, un fenómeno conocido como síndrome de desacondicionamiento físico. Este síndrome incrementa la
eliminación de proteínas esenciales y aumenta la fatiga, afectando directamente la capacidad de los pacientes para realizar actividades cotidianas.
Con el objetivo de prevenir y tratar este síndrome, la profesora
Karim Martina Alvis Gómez, fisioterapeuta de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), ha desarrollado una
nueva guía basada en evidencia científica y su experiencia clínica. El documento ofrece recomendaciones para la prescripción individualizada de ejercicios físicos, adaptadas a las condiciones específicas de cada paciente.
“El ejercicio físico es una de las intervenciones más eficaces y no invasivas en el ámbito de la salud. Cuando se prescribe correctamente, tiene un impacto positivo en la condición del paciente, mejorando su bienestar y
reduciendo los días de hospitalización”, ha afirmado Alvis.
La guía cubre desde los
efectos del desacondicionamiento físico en los sistemas corporales hasta métodos de evaluación, prevención y prescripción de ejercicio. También detalla cómo planificar y periodizar la actividad física en pacientes hospitalizados, así como medir los resultados a largo plazo.
Alvis ha recomendado a los profesionales de la
salud iniciar la prescripción de ejercicio desde el momento de la
hospitalización, equiparando su importancia a la nutrición y la farmacología. El enfoque preventivo busca mantener o mejorar la condición física del paciente y reducir las complicaciones asociadas a la inmovilidad.
Tres aspectos son fundamentales en el trabajo con estos pacientes: la
condición aeróbica, la resistencia muscular y la flexibilidad. "La condición aeróbica es clave para el funcionamiento cardiovascular, mientras que la resistencia y la flexibilidad se pierden fácilmente en pacientes hospitalizados", ha explicado Alvis.
Prescripción individualizada
La guía ha enfatizado que la prescripción de ejercicio debe ser individualizada. Los profesionales deben considerar la historia clínica y las condiciones específicas de cada paciente para
diseñar un plan adecuado. Esto es especialmente importante en pacientes con condiciones complejas, como el cáncer, donde el ejercicio debe activar el sistema inmune sin comprometer la capacidad del cuerpo para combatir la enfermedad.
Al seguir estas pautas, los pacientes hospitalizados no solo reaccionan mejor ante la enfermedad que los llevó al hospital, sino que también reducen su estancia hospitalaria, disminuyendo los costos asociados.
“Hoy en día es fundamental hablar de la prescripción de
ejercicio de forma sistemática y basada en la evidencia. Antes solo se daban recomendaciones generales sobre la movilidad, pero ahora entendemos que el ejercicio tiene efectos fisiológicos claros que deben ser modulados y prescritos”, ha indicado la docente.
El objetivo de esta guía es formar a los profesionales de la salud en la toma de decisiones sobre el ejercicio físico, mejorando así la calidad de vida de los pacientes.