INTEGRAR ACTIVIDADES
OMS aclara que la COVID-19 es ahora un problema de Salud establecido y persistente
Los países deben integrar las actividades de vigilancia y respuesta a la COVID-19 en los programas de Salud regulares
Tedros Adhanom, director general de la OMS.
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Redacción. Bogotá
Tras la declaración emitida el 5 de mayo por el Comité de Emergencias sobre la COVID-19 en su 15 va reunión donde el director General de la OMS ha recomendado que la COVID-19 ya no es una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII), se han aceptado las recomendaciones del
Comité de Emergencias.
Esto implica que los países deben integrar las actividades de vigilancia y respuesta a la COVID-19 en los programas de Salud regulares. La declaración del Comité de Emergencias no ha declarado el final de la pandemia, puesto que la COVID-19 sigue siendo una amenaza activa a nivel mundial.
El virus no se ha estabilizado en un patrón predecible. Cada semana se notifican casos y muertes, y la respuesta mundial sigue bajo presión.
De ese modo, Tedros Adhanom, director General de la OMS, ha declarado que la COVID-19 ya no constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional. Dijo que “es momento de que los países pasen del modo de emergencia al manejo de la COVID-19 junto con otras enfermedades infecciosas”, y reiteró que, “lo peor que cualquier país podría hacer ahora es interrumpir el trabajo”.
El hecho que la COVID-19 no sea una ESPII, no implica que la COVID no ha terminado.
Situación epidemiológica actual
A nivel mundial, la OMS
ha notificado casi 2,8 millones de casos nuevos y 17.000 muertes en los últimos 28 días (del 3 al 30 de abril del 2023), una disminución del 17 y el 30 por ciento, respectivamente, en comparación con los 28 días anteriores (6 de marzo al 2 de abril del 2023).
Hay importantes diferencias regionales, ya que el número de casos y de muertes ha aumentado en el Sureste de Asia, el Mediterráneo Oriental y el Pacífico Occidental y ha disminuido en el resto de las regiones. Al 30 de abril del 2023, se habían notificado más de 765 millones de casos confirmados y más de 6,9 millones de muertes en todo el mundo.
Las tendencias actuales en los casos notificados de COVID-19 son subestimaciones del verdadero número de infecciones y reinfecciones a nivel mundial, como lo demuestran las encuestas de prevalencia.
Esto se debe en parte a la reducción en la realización de pruebas y a los retrasos en la notificación en muchos países.
En cuanto a las variantes, actualmente, la OMS ha hecho seguimiento a dos variantes de preocupación, XBB.1.5 y XBB.1.16, y siete variantes bajo vigilancia y sus linajes descendientes. De las dos variantes de preocupación, la proporción correspondiente a XBB.1.5 ha estado en descenso; 106 países la han notificado. La otra variante de interés, XBB.1.16, ha estado en aumento, con notificaciones en 40 países. S
e han administrado 13.300 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 en todo el mundo.
Recomendaciones a los países y Estados
Los miembros del Comité de Emergencias han sugerido la posibilidad de convocar un Comité de Examen del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), el cual podría asesorar en materia de las recomendaciones permanentes para abordar los riesgos a largo plazo que plantea el SARS CoV 2.
En ese sentido, el director general de la OMS convocará un Comité de Examen del RSI para asesorar sobre las recomendaciones permanentes para la gestión a largo plazo de la pandemia de infección por el SARS CoV 2, teniendo en cuenta el aprobado y actual plan estratégico de preparación y respuesta ante la COVID-19.
Durante esta transición, la OMS aconseja a los países que continúen con las recomendaciones temporales emitidas:
Conservar lo ganado en términos de capacidad nacional y prepararse para eventos futuros, a fin de evitar un ciclo de pánico y descuido; integrar la vacunación contra la COVID-19 en los programas de vacunación a lo largo del curso de vida, y mantener las medidas para aumentar la cobertura de la vacunación contra la COVID 19 para todas las personas de los grupos de alta prioridad.
También recomendó integrar la vigilancia de los agentes patógenos respiratorios y continuar la notificación de los datos a la OMS; así como prepararse para que se autoricen las vacunas, los medios de diagnóstico y los tratamientos dentro de los marcos regulatorios nacionales, con objeto de garantizar la disponibilidad y el suministro a largo plazo.
La OMS también ha recomendado “seguir trabajando con las comunidades para lograr programas sólidos, resilientes e inclusivos en materia de comunicación de riesgos y participación de la comunidad y de gestión de la infodemia”.
Finalmente, la OMS ha insistido en que se debe seguir eliminando las medidas de salud relacionadas con las COVID-19 aplicables a los viajes internacionales, en función de las evaluaciones de riesgos; seguir apoyando la investigación para mejorar las vacunas y comprender mejor la afección posterior a la COVID-19.
El dato
La OMS publicó un plan estratégico para ayudar en la transición, el
plan estratégico de la OMS de preparación y respuesta frente a la COVID-19 para 2023-2025.