ESTRATEGIA DE 10 AÑOS
OMS busca ampliar la vigilancia genómica a nivel mundial
La red regional de la OPS también forma parte del esfuerzo mundial para rastrear patógenos
Jairo Méndez Rico, asesor de la OPS.
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Redacción. Bogotá
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado a conocer esta semana una estrategia para fortalecer la vigilancia genómica en todo el mundo. La
Red Regional de Vigilancia Genómica COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), creada al inicio de la pandemia en 2020
para rastrear de los agentes de enfermedades infecciosas en las Américas, forma parte de esta nueva estrategia.
De ese modo, la
Estrategia global de vigilancia genómica de patógenos con potencial pandémico y epidémico 2022-2032 no ha sido específica para un solo patógeno o amenaza de enfermedad. Proporciona un marco unificador de alto nivel para aprovechar las capacidades existentes, abordar los obstáculos y fortalecer el uso de estas herramientas en todo el mundo.
La pandemia por COVID-19 ha demostrado que
los sistemas de salud necesitan la vigilancia genómica para detectar y abordar rápidamente los riesgos. Esta tecnología ha sido fundamental en la respuesta, desde la identificación de un nuevo coronavirus hasta el desarrollo de las primeras pruebas de diagnóstico y vacunas, pasando por el seguimiento y la identificación de nuevas variantes del virus.
Los datos recogidos por la OMS muestran que, en marzo de 2021, el 54 por ciento de los países del mundo tenían esta capacidad. En enero de 2022, gracias a las grandes inversiones realizadas durante la pandemia, la cifra había aumentado al 68 por ciento.
Se lograron avances aún mayores en el intercambio público de datos de secuenciación: en enero de 2022, un 43 por ciento más de países publicaron sus secuenciaciones en comparación con el año anterior.
En las Américas,
se han procesado hasta ahora 307.407 secuencias del virus del SARS-CoV-2 a través de la red regional de la OPS, que incluye laboratorios de 26 países. Ocho laboratorios regionales de secuenciación en Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá, México, Trinidad y Tobago y Estados Unidos prestan apoyo a los países con capacidades limitadas de secuenciación y los ayudan a compartir la información con las bases de datos mundiales.
La OPS hace un seguimiento de las variantes del SARS-CoV-2 que son motivo de preocupación por país y subregión, y publica los datos en un tablero para mostrar dónde están apareciendo y circulando las variantes.
La OPS ha proporcionado apoyo, incluyendo formación y material crítico, a los laboratorios nacionales para ayudarles a aumentar sus capacidades de secuenciación.
"La secuenciación genómica rutinaria del SARS-CoV-2
es una estrategia para aumentar la cantidad de datos disponibles para la comunidad mundial. Esto ayuda a desarrollar protocolos de diagnóstico, proporciona información para el desarrollo de vacunas y nos permite comprender la evolución y la epidemiología molecular del virus”, ha explicado
Jairo Méndez Rico, asesor regional en enfermedades virales de la OPS.
Varios programas de salud pública (desde el ébola hasta el cólera)
utilizan la vigilancia genómica para comprender un patógeno a su nivel molecular, pero la COVID-19 ha puesto de manifiesto los retos que supone llevar este proceso a escala.
"Las complejidades de la genómica y los retos de mantener las capacidades en diferentes entornos, incluidas las necesidades de mano de obra, significan que la mayoría de los países no pueden desarrollar estas capacidades por sí solos.
La estrategia mundial ayuda a no perder de vista las perspectivas y proporciona un marco de acción unificador. La OMS espera trabajar con los países y los socios en este campo tan importante y dinámico", ha dicho
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la OMS.
"La vigilancia genómica es fundamental para
reforzar la preparación y la respuesta a las pandemias y epidemias", ha sostenido
Michael Ryan, director Ejecutivo del Programa de Emergencias de Salud de la OMS.
"Esta pandemia ha puesto de manifiesto que
vivimos en un mundo interconectado y que somos tan fuertes como nuestro eslabón más débil. Mejorar la vigilancia mundial de las enfermedades significa mejorar la vigilancia local de las mismas. Ahí es donde tenemos que actuar, y esta estrategia nos proporcionará la base", ha agregado Ryan.