Edición Médica

Bente Mikkelsen, director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles, Rehabilitación y Discapacidad de la OMS.

Redacción. Bogotá
El asma, una afección respiratoria crónica que afecta tanto a niños como a adultos, representa un desafío significativo para la salud pública en todo el mundo. Con más de 250 millones de personas diagnosticadas en 2019 y aproximadamente 455,000 muertes relacionadas con esta enfermedad, el asma se ha convertido en una prioridad de salud global, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos (PIBM), donde la falta de diagnóstico y tratamiento adecuado es común.
 
Según ha indicado Bente Mikkelsen, directora del Departamento de Enfermedades No Transmisibles, Rehabilitación y Discapacidad de la OMS, es fundamental aumentar la conciencia sobre el asma y proporcionar información detallada a los pacientes y profesionales de la salud para mejorar los resultados de salud. La educación sobre el asma aborda aspectos cruciales como la comprensión de la enfermedad, los síntomas, el uso adecuado de los medicamentos, la reducción de la exposición a desencadenantes y la evaluación del control de la enfermedad.
 
Los profesionales de la salud han desempeñado un papel clave en la educación y el apoyo a los pacientes con asma, y se están utilizando cada vez más tecnologías digitales, como aplicaciones móviles, para respaldar la gestión de la enfermedad. El empoderamiento de los pacientes para que puedan autocontrolar su afección ha demostrado reducir la necesidad de atención de emergencia y hospitalización, disminuir los costos de atención médica y mejorar la calidad de vida.
 
Además de brindar información a los pacientes, la OMS ha considerado esencial que los trabajadores de la salud estén capacitados para diagnosticar y tratar adecuadamente el asma. Los formuladores de políticas también deben comprender la carga de morbilidad asociada con el asma y garantizar el acceso a los tratamientos adecuados, especialmente en entornos con recursos limitados.

La Alianza Global contra las Enfermedades Respiratorias Crónicas (GARD) y la Iniciativa Global para el Asma (GINA) son ejemplos de colaboraciones internacionales comprometidas con abordar el asma a nivel mundial. Estas organizaciones trabajan para compartir recursos, desarrollar mensajes educativos y mejorar la atención para las personas que viven con asma, especialmente en los países menos desarrollados.

El dato

En esta colección temática del Portal de Acción y Conocimiento de la OMS sobre ENT se puede encontrar una colección de recursos educativos sobre el asma de los miembros de la OMS y GARD.

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