Edición Médica

Ha sido común encontrar la aparición o gravedad de enfermedades respiratorias.

Redacción. Bogotá
El informe mundial sobre la calidad del aire (emitido en tiempo real por la tecnología IQAir), ha evidenciado que en los últimos días Bucaramanga se encuentra entre los tres primeros puestos en el ranking de las ciudades de Colombia con mayor nivel de contaminación, superando a ciudades como Medellín, Envigado y Bogotá.
 
De ese modo, los datos han encendido las alarmas entre los expertos en el tema de Salud respiratoria, pues al tomar en cuenta que, en reposo, el ser humano inhala de cinco a diez litros de aire por minuto y el material particulado (o partículas contaminantes) y los gases presentes en el aire ambiental, pueden causar enfermedades de diversa índole.
 
Por su parte, Mauricio Orozco-Levi, neumólogo, jefe del Centro para el Cuidado de la Salud Respiratoria del Hospital Internacional de Colombia (HIC), ha explicado que “al estar expuestos al aire atmosférico, todos nos enfrentamos a la contaminación por gases y partículas. Esto se produce, según explica, por la mala calidad del aire”.
 
“Al respirar, inhalamos aire que contiene vapores, humos, sustancias volátiles (partículas de pintura, gasolina, aerosoles, ácidos, etc.) y gérmenes de diversos tipos (bacterias, hongos, virus), entre muchos otros elementos tóxicos que pueden estar presentes en las viviendas o lugares de trabajo; de hecho, estas exposiciones también pueden darse en el campo, especialmente en agricultura, por el uso de plaguicidas y herbicidas”, ha agregado Orozco-Levi.
 
Las ciudades, sin embargo, tienen una calidad del aire más crítica debido a la combustión de automotores (camiones, buses, vehículos particulares) e industrias de diversos tipos. Se ha demostrado que los principales contaminantes son el gas carbónico, el óxido de nitrógeno, el dióxido de azufre, el ozono y entre otros. También existe otro tipo de contaminantes llamados partículas, de las cuales hay unas diminutas (llamadas PM2.5), que son capaces de atravesar el tejido respiratorio (nariz, laringe, tráquea, bronquios, alvéolos) y llegar al torrente sanguíneo.
   

El neumólogo del HIC ha asegurado que, a raíz de esta contaminación ambiental, es común que encontremos la aparición o gravedad de enfermedades respiratorias como el asma, la bronquitis, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la neumonía.
 
También hay estudios que han demostrado que existe relación con afecciones cardiovasculares como la hipertensión arterial, la enfermedad cardíaca coronaria y el accidente cerebrovascular, e incluso, podría repercutir en la aparición de diversos tumores y hasta trastornos del comportamiento.
 
De acuerdo con el neumólogo del HIC, aunque todos estamos inhalando compuestos contaminantes a través del aire, hay grupos poblacionales que son más propensos a padecer estas enfermedades por sus diversas condiciones que los hacen susceptibles.
 
“Dentro de ellos están los niños porque su sistema inmunológico es más inmaduro, las embarazadas, porque su sistema inmunológico se deprime y porque los contaminantes pueden traspasar al feto a través de la placenta, y las personas mayores 60 años porque tienen con frecuencia enfermedades de base”, ha expresado Orozco-Levi.
 
Los elementos contaminantes siempre están en el aire y es imposible evitar completamente su inhalación, por ello, el neumólogo ha esclarecido algunas recomendaciones para reducir el riesgo de padecer algún tipo de enfermedad a causa de su inhalación.
 
“Además del civismo y la responsabilidad ecológica de todos para disminuir nuestro impacto como huella de carbono, podemos usar las mascarillas naso-bucales (tapabocas), gafas para evitar que nuestros ojos permanezcan en expuestos a polvos, o a todo lo que esté en suspensión, y promover el menor uso de vehículos automotores; no hay filtros, aerosol, mascarillas, cremas, gotas, ni medicamentos que puedan proteger del aire que se inhala actualmente”, ha agregado Orozco-Levi.
 
¿Cómo se deteriora la calidad del aire?
 
Cabe mencionar que, la calidad del aire puede verse afectada por muchos factores, dentro de estos se incluye el clima, las condiciones locales del flujo vehicular, la presencia de industrias y fuentes de emisión de contaminantes. “No hay una sola fuente de contaminación ambiental, ni un solo culpable; lo es, tanto el desarrollo, como la cantidad de automotores que circulan en Bucaramanga. Estas situaciones justifican por lo menos el 80% de la mala calidad del aire”, ha indicado Orozco-Levi.
 
En ese sentido, las instituciones ambientales locales han llevado a cabo monitoreos en diversos puntos de la ciudad, que les permite identificar y categorizar los niveles de contaminación del aire para tomar decisiones que beneficien a la población y disminuir -en cierto grado- el riesgo de padecer algún tipo de enfermedad.
 
“No hay que asustarse, sino tomar decisiones responsables. El futuro de nuestra ciudad, de nuestro planeta, está en riesgo y de nosotros depende que, en algo, la situación con la contaminación atmosférica pueda cambiar”, ha precisado el neumólogo.

---