Edición Médica

Senadores de la Comisión VII firmantes de la moción negativa.

Redacción. Bogotá
En el marco de retomar el debate para aprobar, finalmente, una reforma a la Salud que, en opinión de varios gremios médicos como la Federación Médica Colombia, necesita urgentemente el país; se ha visto envuelta en una serie de retos para que sus discusiones avancen en la Comisión Séptima del Senado.
 
Los retos, que también se han convertido en obstáculos, no solo replantean el sistema de Salud colombiano, también destacan la necesidad de mayor equidad en la atención, mejora de las condiciones laborales para el personal médico y la eliminación de barreras de acceso.
 
En ese sentido, el proyecto de Ley se encuentra en vilo, debido a la ponencia negativa que han impuesto siete senadores que conforman la Comisión VII. Para los congresistas, el proyecto presentado por el Gobierno Nacional, aunque busca abordar estos desafíos, ha generado preocupación entre expertos y legisladores. Se advierte que su implementación podría representar un retroceso para el sistema de salud y poner en riesgo la vida de millones de colombianos.
 
En el documento, los congresistas firmantes han solicitado archivar el articulado, debido a que para ellos es fundamental preservar los logros alcanzados, como la cobertura universal y la integración del sistema de salud, sin comprometer la libertad de elección y la atención integral de los usuarios. Para ellos, han propuesto fortalecer la atención primaria y la infraestructura sanitaria, especialmente en zonas rurales.
 
¿Por qué no aprobar la Reforma?
 
De acuerdo con el documento de los congresistas, la Ley 100 de 1993, vigente en Colombia, ha establecido un marco normativo para el sistema de salud que permite a las Entidades Promotoras de Salud (EPS) negociar con las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) los costos de los tratamientos para los usuarios. Sin embargo, la reforma propuesta no aborda esta función, lo que podría resultar en un aumento significativo de los costos asumidos por el Estado.
 
Asimismo, han hecho hincapié en que la reforma propuesta plantea la eliminación del Sistema General de Seguridad Social en Salud en Colombia, sugiriendo un modelo esencialmente público y excluyendo la figura del aseguramiento, lo que genera incertidumbre sobre la responsabilidad de los afiliados y usuarios del sistema.
 
Asimismo, han considerado que, la propuesta de reforma carece de evidencia que respalde la mejora en la prestación de servicios de salud y la superación de las deficiencias del sistema actual. Se plantea una dispersión de responsabilidades y una falta de herramientas para garantizar la calidad del servicio. La eliminación de las EPS y la dispersión de funciones entre varios actores podrían generar un riesgo para los recursos de salud y dificultar el acceso de los usuarios a la atención médica.
 
De igual forma han asegurado que no ofrece una hoja de ruta clara para la transición y presenta un modelo de gestión de medicamentos confuso, dejando incertidumbre sobre el futuro de los pacientes crónicos y con enfermedades raras. Además, se prevé una complejización en los procesos de referencia y contrarreferencia, lo que podría aumentar los tiempos de espera para acceder a servicios especializados.
 
Por otro lado, la concentración de recursos de salud en manos del Estado a través de la Administradora de Recursos del Sistema de Salud (ADRES) plantea preocupaciones sobre la eficiencia y la transparencia en la gestión de los recursos. La falta de auditorías previas y la posibilidad de monopolización de recursos podrían poner en riesgo la estabilidad financiera del sistema y abrir la puerta a la corrupción.
 
La Comisión Séptima del Senado colombiano ha promovido siete mesas técnicas para discutir la Reforma a la Salud, con la participación de diversos actores del sistema de salud. Se abordaron temas como licencias, medicamentos, condiciones laborales, flujo de recursos y tecnologías en salud. La ponencia de Gobierno ha sido presentada el 5 de marzo, recopilando aportes de audiencias públicas y mesas técnicas. Se espera que estos debates contribuyan a mejorar la salud de los colombianos.
 
El dato
 
Los congresistas que han firmado la petición para hundir el articulado fueron Honorio Henríquez y Alirio Barrera de Centro Democrático; José Alfredo Maríny Nadia Blel del Partido Conservador; Lorena Ríos de Colombia Justa Libres, Miguel Ángel Pinto del Partido Liberal y Berenice Bedoya de Alianza Social Independiente.

Recientemente, medios locales han indicado que la senadora del partido de la U, Norma Hurtado, se ha unido recientemente a los siete congresistas que buscan archivar el proyecto.

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