HÁBITOS SALUDABLES
Se estima que para 2040 el riesgo de padecer demencia aumentará en un 134% en las Américas
El estilo de vida puede alterar significativamente el curso de las demencias más prevalentes
Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles.
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Redacción. Bogotá
El Ministerio de Salud y Protección Social (MinSalud) ha emitido un comunicado en el que alerta sobre el riesgo de padecer síndrome demencial,
enfermedad que tiene alta prevalencia en América Latina y el Caribe.
De acuerdo con la cartera de Salud,
entre 6,0 y 6,5 por cada 100 adultos de 60 años y más, desarrollan la enfermedad; y se estima que para 2040, el crecimiento será de 134 por ciento en la mayoría de los países del cono sur americano, por lo que sobrepasará al de cualquier otra región del mundo.
Frente a este escenario, el MinSalud
ha dado a conocer varias estrategias que ayuden a reducir el impacto de esta enfermedad en la región y, sobre todo, en el país.
"Suele pensarse que el principal factor de riesgo es la edad. Y aunque juega un rol importante, no es el único, ni tampoco es inevitable.
Hay factores que permiten reducir el riesgo, muchos de ellos relacionados con la educación y los hábitos saludables", ha explicado
Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles.
Bautista ha precisado que,
los factores no modificables de la demencia a lo largo de la vida podrían sumar un 65 por ciento, y los modificables suman un 35 por ciento. Esta sumatoria se da en su mayor medida en la siguiente forma:
-Etapa temprana de la vida: baja educación 8 por ciento.
-Etapa media de la vida: pérdida de audición 9 por ciento, hipertensión 2 por ciento, obesidad 1 por ciento.
-Etapa tardía de la vida: tabaquismo 5 por ciento, depresión 4 por ciento, actividad física 3 por ciento, aislamiento social 2 por ciento, diabetes 1 por ciento.
En ese sentido, la cartera de salud ha recomendado poner en práctica los siguientes hábitos:
-Alimentarse bien: Reducir las grasas, especialmente las grasas saturadas, reducir los productos animales (carne, lácteos, queso), reducir los alimentos procesado, consumir más plantas de todas las variedades, especialmente verduras y frijoles, incrementar el consumo de frutas, especialmente bayas, reducir el consumo de sal.
-Hacer ejercicio: ejercicio aeróbico regular, ejercicios de fortalecimiento de piernas, movimiento regular durante todo el día. ejercicio aeróbico regular, ejercicios de fortalecimiento de piernas, movimiento regular durante todo el día.
-Manejar el estrés: identificar el estrés bueno y malo, trabajar para aumentar el estrés bueno (impulsado por un propósito, orientado al éxito) y reducir el estrés malo; técnicas de meditación y atención plena durante todo el día.
-Dormir bien: La falta de sueño podría influir en el riesgo de padecer demencia de varias maneras. Ciertos problemas del sueño como el insomnio pueden causar inflamación en el cerebro que puede conducir a la demencia. Otra causa es que podrían reducir la eficiencia del metabolismo en el cerebro, como la capacidad de la mente para transferir desechos a través de su sistema glinfático, lo que podría producir la pérdida de células neuronales.
-Optimizar la actividad mental y social: los individuos participan en tareas complejas (que involucran múltiples dominios cognitivos del cerebro), como aprender instrumentos musicales, aprender idiomas y liderar proyectos; especialmente la complejidad del trabajo tiene un efecto mayor en la construcción de la reserva cognitiva. El compromiso social y tener una red social rica también se han asociado con un riesgo reducido de demencia.
Respuesta de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha reconocido a la
demencia como una prioridad de salud pública. En mayo de 2017, la Asamblea Mundial de la Salud respaldó el
Plan de acción mundial sobre la respuesta de salud pública a la demencia 2017-2025 - en inglés.
El Plan es un marco integral de referencia para las instancias normativas; los asociados internacionales, regionales y nacionales, y la OMS en las siguientes esferas: la evaluación de la demencia como prioridad para la salud pública; la concienciación y la puesta en marcha de iniciativas para satisfacer las necesidades de las personas afectadas; la reducción de riesgos; el diagnóstico, el tratamiento y la atención; los sistemas de información; el apoyo a los cuidadores, y la investigación y la innovación.
La OMS ha asegurado que
este plan se creó para los planificadores de políticas y los investigadores una plataforma internacional de vigilancia, el
Observatorio Mundial de las Demencias - en inglés, que facilitará el seguimiento y el intercambio de información sobre las políticas relacionadas con la demencia, la prestación de servicios, la epidemiología y la investigación.