DESEQUILIBRIO GRAVE
Asociaciones médicas prevén escasez de medicamentos para pacientes de UCI en los próximos dos meses
AMCI ha alertado sobre un grave desabastecimiento de medicamentos sedantes, analgésicos y relajantes neuromusculares
José Luis Accini, presidente de la AMCI y Mauricio Vasco, presidente de la SCARE.
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Redacción. Bogotá
En una carta enviada al ministro de Salud,
Fernando Ruíz, la Asociación Colombiana de Medicina Critica y Cuidado Intensivo (AMCI) y la Sociedad Colombiana de Reanimación y Anestesiología (SCARE) han advertido que durante los
próximos 2 meses podría presentarse un grave desabastecimiento en cuanto a medicamentos sedantes, analgésicos y relajantes neuromusculares.
Según han destacado las entidades de Salud, la situación
amenaza la atención adecuada de los pacientes ubicados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), en medio de la pandemia por CoVID19, un momento que ha representado un alto riesgo epidemiológico.
El presidente de AMCI,
José Luis Accini, ha señalado que, “se trata de medicamentos para el manejo adecuado de los pacientes que con CoVID19 o sin el virus;
ingresan a la UCI y requieren soporte a través de estrategias de ventilación mecánica. Más que advertir sobre el tema, estamos formulando una serie de estrategias para tratar de mitigar esto que sería dramático para la atención del cuidado crítico”.
Las entidades de Salud han solicitado al Gobierno Nacional,
liderar junto a la industria farmacéutica un plan ambicioso que le permita al país conseguir e importar este tipo de medicamentos.
Asimismo, las organizaciones han enfatizado que es necesario acelerar los procesos para comenzar la producción, en este 2020 de medicamentos como la morfina, hidromorfona y metadona. Incluso, han sugerido al
ministerio de Salud, promover la vigilancia territorial, para si es necesario restringir la realización de cirugías no prioritarias.
Accini ha asegurado que, la escasez llegó al punto de evidenciar que,
sedantes como el Midazolam, que se han utilizado habitualmente en cuidado intensivo, se agotaran, llevándolos a tener que acudir al Propofol, el cual ya ha presentado des-aprovisionamiento.
Las entidades han destacado en la carta que, desde el 14 de junio del 2020 se presentó un desabastecimiento acelerado, más allá de lo previsto, de varias
alternativas pertenecientes a este grupo de medicamentos (MD).
“Diversas acciones se han propuesto en conjunto con otras sociedades científicas para
anticipar y mitigar este problema que sabemos es de carácter mundial, complejo y multifactorial”, han señalado en el documento.
Recomendaciones para el ministerio de Salud
La SCARE y la AMCI han manifestado, con respeto al aumento de la oferta de MD, que el Gobierno Nacional deberá
liderar con los titulares de la industria farmacéutica un plan ambicioso y expedito para la consecución, importación y ulterior distribución equitativa y proporcional de estos MD en el territorio nacional.
De igual forma, para el aumento de la oferta de MD, será preciso
acelerar los procesos administrativos, logísticos, técnicos y económicos para comenzar la producción, este año, de los medicamentos monopolio del estado como la morfina, hidromorfona y metadona.
Adicional a ello, las entidades han indicado que el
control de la demanda deberá promoverse desde el ministerio de Salud, así como también la vigilancia de la situación epidemiológica en todo el territorio nacional.
Incluso han previsto que, de ser necesario, el ministerio deberá
movilizar las direcciones territoriales a la limitación de la realización de cirugía no prioritarias, “en el caso que la situación particular de desabastecimiento de medicamentos ponga en riesgo la atención de pacientes críticos con diagnóstico o sospecha de CoVID19 o la realización de procedimientos y cirugías urgentes”.
Sobre la optimización y uso adecuado de los MD, las entidades han solicitado que se debe focalizar acciones educativas y de carácter obligatorio para la
optimización y uso correcto de los medicamentos primarios y las alternativas recomendadas por los expertos de las sociedades científicas.
Finalmente, la SCARE y la AMCI han requerido
diseñar mecanismos de coordinación transdisciplinar que involucren prestadores, secretarías de salud y entidades territoriales que permitan monitorear consumo vs. reserva de estos MD y una estrategia de “cero desperdicio” y de ahorro de MD basado en una dosificación ajustada a los objetivos de intervención.