Edición Médica

La situación del Hospital Universitario Clínica San Rafael sigue bajo vigilancia.

Redacción. Bogotá
Hace un año dos hospitales de Bogotá presentaron una grave crisis financiera, debido a la declaratoria de bancarrota de su proveedor multinacional ubicado en Estados Unidos. De acuerdo con la investigación de un medio local, la crisis comenzó cuando el grupo económico Steward Health Care, dueño de estas clínicas, se declaró en quiebra bajo el capítulo 11 de la ley estadounidense. Esto significa que busca protección para reorganizar sus deudas.
 
No obstante, la situación actual en el Hospital Universitario Clínica San Rafael de Bogotá continúa deteriorándose. En una carta abierta, diversas organizaciones del sector salud han expresado su preocupación ante la crisis financiera que afecta a esta institución de alta complejidad, reconocida por su labor en la formación de especialistas y la atención a población vulnerable en el sur de la ciudad.
 
En el comunicado han resaltado denuncias recientes sobre la crisis, que se hizo pública en 2024, la cual ha generado retrasos en el pago de salarios, afectaciones en la seguridad social de los trabajadores y escasez de insumos médicos esenciales. A pesar de que la administración de Steward Colombia, operadora de la IPS, reconoció la situación y aseguró estar en busca de sostenibilidad, los problemas persisten y se han agudizado con el paso del tiempo.
 
De igual forma, los voceros enfatizaron que en el último año, la dirección del hospital ha cambiado cuatro veces, sin que se vislumbren soluciones concretas. Los trabajadores denuncian presiones para modificar sus contratos en condiciones desfavorables, así como intentos de desarticulación sindical. Además, han reportado que la falta de insumos y medicamentos está afectando la calidad de la atención y generando un ambiente de estrés que incluso ha llevado a que algunos empleados requieran atención médica.
 
Ante esta situación, organizaciones del sector salud han elevado un llamado urgente a las directivas del hospital, al Ministerio de Trabajo, la Fiscalía General de la Nación y otros organismos de inspección y vigilancia para que intervengan de inmediato y se garanticen los derechos de los trabajadores y pacientes.
 
Asimismo, han exhortado a médicos, trabajadores y pacientes a denunciar cualquier presión indebida y tomar acciones colectivas en defensa de sus derechos. La situación del hospital sigue bajo vigilancia, mientras el sindicato Asintraf y otras organizaciones continúan acompañando a los afectados en sus reclamos.

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